La fundación lleva años colaborando con el Centro de Educación Especial ESTIMIA, al que asisten niños y niñas con necesidades educativas especiales y están afectados de trastornos neurológicos, sensoriales, físicos y psíquicos de carácter permanente.
Luismi Pardo, con sus diversos personajes: Arreglin, Truqui-Chan o Wachi-Wachi, ofrece a los alumnos que asisten al centro, pequeños paréntesis de música, diversión y alegría, que los niños comparten con los tutores y terapeutas.
Las intervenciones son puntuales en fechas acordadas por la escuela a lo largo del curso escolar y también durante algunos fines de semana, en que el centro ofrece un programa de respiro familiar con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de las familias.